Caracterización del molmo de Siberia (ulmus pumila l.) Como cultivo energético
- IRIARTE CERDAN, LEYRE
- Jesús Fernández González Director
Universidade de defensa: Universidad Politécnica de Madrid
Fecha de defensa: 31 de outubro de 2008
- Juan Pablo del Monte Díaz de Guereñu Presidente/a
- María Dolores Curt Secretario/a
- Paloma Manzanares Secades Vogal
- María Pilar Ciria Ciria Vogal
- José Luis Tenorio Pasamón Vogal
Tipo: Tese
Resumo
En el presente trabajo de tesis doctoral se pretende profundizar en el conocimiento de las características del olmo de Siberia (Ulmus pumila L.) para su utilización como cultivo energético. Para ello, se han abordado tres líneas principales de investigación: multiplicación vegetal (por semillas y por estaquillas), caracterización del crecimiento y la productividad y caracterización de la biomasa como biocombustible. %&/Se ha observado que la tasa media de germinación de semillas de olmo de Siberia sin alas y enterradas a 1 cm de profundidad era del 46,67 %. El éxito de multiplicación por estaquillas lignificadas de tallo no está condicionado por el tamaño de la estaquilla (de 1 a 3 cm de diámetro basal y de 20 a 30 cm de longitud) pero sí por el clon. El máximo éxito obtenido en un estaquillado en campo, empleando una concentración hormonal de 4000 ppm de AIB y aportes hídricos ascendió al 65 % a los 4 meses tras el establecimiento. %&/Se ha estudiado el crecimiento y la productividad bajo dos estaciones edafoclimáticas (Madrid y Villarquemado, Teruel). En Madrid se establecieron 2 parcelas de cultivo; una destinada a caracterizar la dinámica del crecimiento bajo condiciones restrictivas para el desarrollo (sin riego ni fertilización) (1 planta m-2) y otra para estudiar el desarrollo de plantas procedentes de semilla y de estaquilla (1,56 plantas m-2). En todos los casos la supervivencia de las plantas fue superior al 90 %. Se observó que tanto el número de rebrotes por planta como el peso final de las mismas se encontraba condicionado por el tamaño de las plantas al final del ciclo de cultivo anterior. El número de rebrotes tras la segunda corta (27,19) fue superior al emitido tras la primera corta (16,56). El comportamiento del rebrote, tanto en relación al número de vástagos por planta como al peso de las plantas fue similar para las plantas procedentes de semilla y de estaquilla a la edad de 2 y 3 años respectivamente. %&/En relación a la dinámica del crecimiento, se observó que la productividad a los 3 años de crecimiento durante el 2º ciclo de cultivo fue un 250 % superior a la obtenida tras el 1º ciclo de cultivo (4 años). La productividad potencial de las plantas procedentes de semilla y de estaquilla cultivadas con aportes hídricos a la edad de 2 y 3 años respectivamente fue similar (438,32 gms m-2 año-1), aunque considerando la mortalidad derivada de un estaquillado directo en campo se observa mayor productividad para las plantas procedentes de semilla. La productividad potencial de las plantas cultivadas con aportes hídricos fue varias veces superior a la observada para las plantas cultivadas sin aportes hídricos. En condiciones climáticas extremas (Villarquemado, Teruel) en una plantación establecida con plantones a 3333 plantas ha-1, la productividad estimada al cabo de 3 años ascendió a 5,11 tms ha-1 año-1. %&/Se observó que la proporción de corteza de los tallos disminuía según incrementa el diámetro. La proporción de corteza en condiciones normales de crecimiento a los 2-3 años de edad se sitúa en el 24-28 % de la biomasa (expresado en materia seca). %&/Las mayores diferencias en relación a la caracterización del biocombustible se observaron entre la madera y la corteza, siendo este último tejido el que presenta mayor cantidad de cenizas y de elementos químicos, menor cantidad de celulosa y lignina así como un menor poder calorífico. Del conjunto de biomasas caracterizadas, destaca la relativamente baja cantidad de cenizas (2,41 % materia seca) y de nitrógeno (0,77 % materia seca) y el alto poder calorífico superior (18,89 MJ kg-1 materia seca). %&/En resumen, el olmo de Siberia ha mostrado una gran capacidad de arraigo y de rebrote así como un buen crecimiento en diversas condiciones edafoclimáticas, lo que junto a la baja incidencia de plagas y enfermedades dotan a esta especie de las características básicas que debe reunir una especie leñosa para su empleo como cultivo energético.