La teoría platónica de las ideas en Bizancio (ss. V-XI)principios, desarrollos e inversión final de la ontología clásica
- Inmaculada Pérez Martín Doktorvater/Doktormutter
Universität der Verteidigung: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 10 von Februar von 2010
- Antonio Pedro Bravo García Präsident/in
- Juan José García Norro Sekretär/in
- Lorenzo Peña Vocal
- Rosa Maria Fraguell Sansbelló Vocal
- Joseph A. Munitiz Vocal
Art: Dissertation
Zusammenfassung
La ausencia de una solución expresa por parte de Porfirio al denominado «problema de los universales» nada dice en contra de su calidad filosófica. La dimensión del problema era tan elevada y compleja que sólo podía ir resolviéndose históricamente en diversas direcciones. En las tres cuestiones planteadas por Porfirio, se contiene la estructura latente de la problemática que, posteriormente, será explicitada en la sistematización de la escuela neoplatónica de Alejandría, pasando de allí a la filosofía bizantina y, de ésta, a la escolástica latina. Precisamente, en el medioevo latino, el planteamiento de Isagoge adquiere un carácter realmente abstracto, en el sentido de que, al ser comprendido exclusivamente desde un punto de vista lógico y en forma sistemática, se vio privado, desde el principio, tanto de los elementos que lo constituyen, i. e., de las matizadas tesis ontológicas que se hayan en Platón y Aristóteles, así como de las perspectivas complementarias a la lógica desde las que podía ser resuelto, como, e. g., la histórica, la teológica, etc. El problema teórico planteado por Porfirio en el s. III se convirtió en la denominada «querella de los universales» de la filosofía occidental gracias a la mediación de las traducciones latinas de Isagoge, la que Mario Victorino realiza a mediados del s. IV y la, más conocida, que Boecio realizó en el s. VI. Desde el s. IV, en que Calcidio traduce el pasaje de Timaeus 17a-53c, e, incluso, después de la traducción de Meno y de Ph aedo que Enrico Aristipo realiza en 1156, Platón fue prácticamente ignorado por toda filosofía medieval latina. Hasta los ss. XII-XIII, cuando Guillermo de Moerbeke y Gerardo de Cremona traducen lo que vendría a ser conocido como Aristoteles novus, en Occidente no se conocía más que una ínfima parte del Organon, a saber, la denominada logica vetus, que se reduce a las versiones latinas de Categoriae y De interpretatione. A diferencia de lo que ocurrió en Occidente, donde los filósofos enfrentad os se agruparon en las sectas de los reales y los nominales, los autores bizantinos, cuando discuten la naturaleza de los universales, no lo hacen estableciendo una controversia. Sólo en la filosofía medieval latina de los ss. XII y XIII, se produjo una querella escolástica organizada en torno a las diferentes interpretaciones del universal. Desde el s. IX, en Bizancio encontramos una sucesión de diferentes modos de abordar el estudio de la naturaleza de las Ideas o de los universales aristotélicos...