La pintura del último barroco en Madrid (1685-1726)de Carreño a Palomino. El final del Siglo de Oro

Laburpena

El periodo de transición entre los siglos XVII y XVIII coincide con el cambio dinástico en la Monarquía Hispánica. Asimismo supone un momento intermedio entre las tendencias pictóricas características del pleno barroco en Madrid y el mayor sesgo internacional que adoptará a mediados del siglo XVIII. En el trabajo se abordan cuatro puntos significativos para documentar y entender esos cambios en la corte, su dinámica y factor es que los propiciaron. En primer lugar se constatan las transformaciones estilísticas operadas en las décadas finales del reinado de Carlos II, con un estudio pormenorizado de las conexiones con otros centros artísticos europeos. A la entrada del nuevo siglo la producción pictórica estaba en plena transformación, si bien su desarrollo fue condicionado y reconducido desde la corte borbónica. Mientras el segundo punto se centra en la formación recibida por los pintores, recorriendo los diferentes espacios en los que se desarrolló. Dentro de este apartado se hace hincapié en los conocimientos técnicos y los nexos de los artistas con el mundo literario madrileño. El tercer capítulo enfoca el colectivo de pintores desde una perspectiva social, Con especial atención al espacio que ocupaban en Madrid, sus condiciones de alojamiento, visibilidad social, orígenes sociales y geográficos. Así como en la red de relaciones profesionales y personales que constituyeron. Finalmente en el último apartado se reconstruye su presencia en la corte, tanto en los puestos destinados a los artistas como en otras plazas de diferente signo. Advirtiendo el paulatino cambio en la administración artística en época borbónica.