El concepto de incomunicacion en el teatro como espejo de la sociedad

  1. Butrón Ibáñez, Alejandro
Dirigida por:
  1. Cristina Vinuesa Muñoz Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 26 de noviembre de 2018

Tribunal:
  1. Julio Vélez Sainz Presidente/a
  2. Jara Martínez Valderas Secretario/a
  3. Eduardo Chivite Tortosa Vocal
  4. Christilla Vasserot Vocal
  5. Javier J. González Martínez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Esta tesis doctoral, que navega alrededor del concepto de incomunicación y su eco en el teatro y la sociedad, ante la preocupación e interés que detectamos acerca de esta problemática hoy, pretende investigar el alcance, definición, procesos colaterales, causas y consecuencias de este fenómeno de déficit comunicativo a través de los trasvases e interrelaciones entre el teatro y la sociedad, dado que el primero, como toda expresión artística, es fruto siempre del segundo y sus circunstancias y peculiaridades, por lo que aquí se trata de extrapolar conclusiones elocuentes desde un campo al otro, teniendo en cuenta, además, que la incomunicación tiene un papel esencial en el teatro como motor dramatúrgico, lo cual favorece sus paralelismos. Por tanto, entre los objetivos marcados, se incluye el delimitar y esclarecer qué significa el concepto de incomunicación que nos atañe, partiendo de ello de diversas dimensiones que den una idea amplia y global del fenómeno; es decir, el campo filosófico, sociológico, filológico y artístico, con especial incidencia del campo teatral dentro de este último. Seguidamente, abordar y confirmar la relación como vasos comunicantes entre el teatro y la sociedad, siempre con la mirada puesta en cómo la primera muestra la incomunicación para interrelacionarlo con el segundo. Junto a ello, se analiza la inherencia de este fenómeno con el teatro a través de un hilo conductor dramatúrgico y escénico, mostrando así el constante interés del ser humano por la incomunicación y tomando para ello los principales hitos teatrales y dramatúrgicos, tales como Shakespeare, Calderón de la Barca, Ibsen, Strindberg, Chéjov, Pinter, Koltès, Tennessee Williams, Sergi Belbel, etc. Y, por último, a través del teatro producido hoy y de todo lo estudiado anteriormente, examinar cómo afecta la incomunicación a la sociedad actual, qué motivaciones se esconden tras ella. Entre los resultados obtenidos, se define la incomunicación como un proceso marcado por la parcialidad comunicativa, como la distorsión del proceso comunicativo afectado por el ruido, no por la ausencia de comunicación, ofreciéndose el neologismo de «infracomunicación» por acercarse más a su significado, por lo que se esconde tras el fenómeno. De igual manera, se detecta la incidencia de la incomunicación en el teatro, y por tanto en la sociedad, a lo largo de toda la historia, con una perenne y profunda ramificación social y especial afección en el momento actual, en una paradójica «incomunicación de la era de la hipercomunicación». Y, asimismo, se clasifica la incomunicación de los diferentes momentos históricos: atávica la referida a la Antigua Grecia; moral la que atañe al siglo XVII; identitaria la que encontramos en la segunda mitad del siglo XIX; ontológica en gran parte del siglo XX; del Yo durante los últimos compases del mismo siglo; e incomunicación mediática la referida a la actualidad. Las conclusiones confirman los objetivos marcados y arrojan luz sobre la relación entre la incomunicación y el solipsismo del ser humano, la inherencia de este fenómeno a nosotros y la perpetua necesidad insatisfecha de comunicarnos con el Otro, jugando un papel vital en el proceso la «comunicación desde la apariencia» y la quiebra de la comunicación genuina. El lenguaje verbal y el silencio, como procesos contrapuestos, ejercen también una potente influencia en la incomunicación desde sus respectivas ópticas, causando grietas y distancia entre los seres humanos: en la sociedad actual, caracterizada por la modernidad líquida, procesos como la hipercomunicación y la infoxicación, el neoliberalismo, el poder y el consumismo, y los espacios, y todo lo derivado de ello, son algunos de los factores potenciadores de la incomunicación. A ello no es ajeno el teatro, que también se ve afectado por la incomunicación y puede estar dirigiéndose hacia la configuración de un arte rizomático.