La catedral de Ávilanueve siglos de historia y arte

Abstract

El "Diario de Ávila", con el apoyo de Bankia, saca a la luz esta magnífica obra para contribuir a la conmemoración del V Centenario del Nacimiento de santa Teresa de Jesús. Forma este libro parte de una serie que pretende recoger la Historia y el Arte de las catedrales españolas y es el quinto volumen tras los dedicados a Burgos, Toledo, Palencia y Salamanca. Ha sido indispensable la colaboración y el interés del Cabildo para que se haya ejecutado esta obra, que pretende ser referencia obligada en lo editado hasta ahora sobre la catedral de Ávila. Esperamos, sobre todo, que sea del agrado de los abulenses y sirva para dar a conocer la Catedral y concienciar de la necesidad y obligación que tenemos todos de que perdure como parte importante del patrimonio de nuestra región y de nuestro país. La catedral de Ávila es un edificio sumamente singular en el contexto de la arquitectura medieval española. Su fuerte imagen defensiva es uno de los elementos definitorios de su silueta, que destaca potentemente sobre el caserío abulense. Casi nueve siglos de historia la contemplan desde que, a mediados del siglo XII, comenzara la construcción de su cabecera protogótica, con la doble girola apoyada en estilizadas columnas, bajo la dirección del gran maestro Fruchel. Más tarde la obra ya gótica, realizada en dos fase a lo largo de los siglos XIII y XIV, completó la fisonomía de la iglesia, del claustro y de las dependencias capitulares anejas, hasta configurar un complejo conjunto uniformado por la potencia de la piedra granítica de su fábrica, mostrando singularidades con respecto al gótico francés, basadas en una personal y sobria interpretación del estilo. Los esplendores del siglo XV tuvieron eco en este edificio, donde trabajaron importantes arquitectos toledanos y palentinos hispanoflamencos, completándose el ciclo constructivo renacentista en el siglo XVI con las dos elegantes capillas de la Piedad y de la Concepción y algunas actuaciones en el entorno claustral. Las sobrias y clasicistas capillas de Velada y de San Segundo, levantadas en los albores del siglo XVII, delimitan la cabecera del templo, con la participación de tracista de Francisco de mora, abriéndose a la época del Barroco, que dejó su impronta en la fachada principal y en otras zonas de su arquitectura. Pero no solo por su singular arquitectura la seo abulense es un edificio de suma trascendencia artística. También lo es por sus grandes conjuntos escultóricos, pictóricos y de orfebrería. Desde la magnífica colección de sepulcros medievales hasta las obras del Barroco, pasando por su espléndida sillería y trascoro, la catedral de Ávila posee una de las más sobresalientes colecciones de escultura de las catedrales españolas. Lo mismo podemos señalar de sus series pictóricas, en las que –junto a maestros anónimos— aparecen otros como Pedro Berruguete y Juan de Borgoña, que dejaron en el retablo mayor algunas de sus más notables producciones. Y qué decir de las colecciones de platería, con piezas tan importantes en la historia del arte español como el cáliz de San Segundo o la custodia de Juan de Arfe, de las magníficas vidrieras del siglo XVI o de sus ricas colecciones documentales y musicales.