La Universidad de Guadalajara (México) y las nuevas demandas educativas del siglo XXI. Propuestas de organización universitaria

Resumen

La universidad es, junto con la iglesia, la institución macrosocial actual más respetada por el paso del tiempo. También cabe argumentar que es la más innovadora. Es la fuente de nuestro creciente dominio técnico sobre la naturaleza y del significado que atribuimos a ese dominio. Los fragmentos y trozos del conocimiento surgido en la universidad se introducen constantemente en el discurso cotidiano de la sociedad, ofrecen información y munición para el debate público, lo que es fundamental, aunque pasa más inadvertido, para las reconceptualizaciones básicas del orden social (Björn y Rothblatt, 1996: 331). La situación actual confirma el papel protagónico de la universidad para superar las crisis sociales. La sociedad actual enfrenta una serie de transformaciones sociales, políticas y económicas englobadas en lo que se conoce como sociedad del conocimiento, que obligan a la universidad a realizar un replanteamiento de su misión. En este sentido, la función de la universidad es cuestionada desde diferentes sectores: el social cuestiona su capacidad de atención de la cobertura y la calidad de sus programas educativos; el sector productivo cuestiona la calidad de los recursos humanos que forma; también es cuestionada su producción científica. Para nuestras universidades situadas en países menos desarrollados el problema lejos de disminuir es mayor, principalmente por el contexto que enfrentan. Por un lado, aún no resolvemos los requerimientos de cobertura universal que los países desarrollados tienen. Además, están la baja producción científica, la falta de una definición clara de una política educativa de estado y el marco normativo bajo el que operan. La Universidad de Guadalajara no es ajena a esta situación, por lo que es importante estudios que analicen la problemática y las posibles soluciones que se pueden implementar para convertirse en un catalizador que permite potenciar los efectos positivos de la sociedad del conocimiento. La importancia del presente trabajo estriba en la aportación a la respuesta que deben dar las universidades a las nuevas demandas educativas de la sociedad del conocimiento, en particular la Universidad de Guadalajara, México. Nuestra universidad instrumentó un gran proceso de reforma académica en 1989 que modificó toda su organización y operación académica; en este sentido, también es importante realizar un análisis de la funcionalidad con que actualmente opera y si está en condiciones de responder a las nuevas demandas educativas de la sociedad del conocimiento.