El estado de los derechos humanos en Kosovodesde la declaración de independencia hasta nuestros días

Resumo

RESUMEN El presente trabajo versa sobre la situación actual y la evolución reciente de los Derechos Humanos en Kosovo, en particular desde la Declaración Unilateral de Independencia acaecida en febrero de 2008, que ha implicado la irrupción plena (si bien aún controvertida y no unánimemente aceptada) de Kosovo como un nuevo actor con voz propia en la escena política europea e internacional. Es un tema novedoso y no suficientemente estudiado aún, pero cuyo conocimiento y comprensión será sin duda enormemente relevante para entender el desarrollo en los próximos años del Derecho Internacional de los derechos humanos, en particular en el contexto europeo, así como para comprender lo que muy probablemente será la nueva (¿y última?) fase del proceso de integración europea, con la vinculación al mismo de la región conocida como los Balcanes Occidentales, esto es, los nuevos países surgidos de la desintegración de la ex-Yugoslavia, más Albania. La cuestión de los derechos humanos en Kosovo constituye un tema complejo y de carácter cambiante y actual. Pese a haberse instaurado en el país una democracia formal, y no obstante la exhaustiva presencia y seguimiento de que es objeto por parte de la Comunidad Internacional y de un sinnúmero de ONGs e instancias de la sociedad civil, Kosovo sigue viviendo un conflicto no resuelto que afecta a su relación con sus vecinos -en particular con Serbia-, y su proceso de construcción nacional y de superación del conflicto sigue constituyendo un destacado (y arriesgado) laboratorio de pruebas para la Comunidad Internacional en materia de derechos humanos. En efecto, pese a los esfuerzos que la Comunidad Internacional ha realizado para que Kosovo se ajuste a los estándares internacionales y europeos en materia de derechos humanos, entre otras cosas por entender que ello es clave para la definitiva superación del conflicto en la medida en que las vulneraciones de derechos humanos están en el origen del mismo, los resultados han sido hasta la fecha ciertamente insuficientes. La explicación de esta insuficiente evolución no está única ni esencialmente –como algunos pretenden– en la no aceptación por parte de Serbia de la escisión de Kosovo y en el rechazo a reconocerlo como un nuevo Estado soberano en el concierto internacional, sino sobre todo en la existencia en el país de una política que, pese a presentarse formalmente como respetuosa de los derechos humanos, en la praxis no lo es. Y ello no sólo, como veremos, por los insuficientes avances en la institucionalización del nuevo país y por la ineficiencia y falta de voluntad de los actores políticos nacionales, sino también en buena medida por las circunstancias de la propia cultura de la sociedad albano-kosovar, muchos de cuyos códigos de conducta colectiva se remontan a la Edad Media y siguen marcando la vida actual de dicha sociedad. De esta forma, en nuestro estudio identificaremos dos factores principales para explicar la persistencia de insuficientes avances en la situación de los derechos humanos en Kosovo. En primer lugar, la falta de compromiso político de los principales actores nacionales, que se hace patente en la ineficiencia de las acciones del Estado kosovar para ajustarse a los requerimientos de la Comunidad Internacional en esta materia, pues pese a la aprobación de numerosas leyes ello no acaba de traducirse en una real protección y promoción de los derechos fundamentales. En segundo lugar, el hecho de que también hayan sido hasta la fecha insuficientes los esfuerzos realizados para influir y permear a la sociedad albano-kosovar para que cambie pautas de conducta social que, heredadas culturalmente, son contrarias a los derechos fundamentales. Nos referimos a aquellas normas ancestrales que discriminan y afectan el ejercicio de los derechos fundamentales y que siguen no obstante siendo centrales en muchos comportamientos sociales que van más allá de la esfera personal y doméstica. Así pues, al final de esta obra esperamos haber podido aportar una explicación multidimensional de los insuficientes avances que ha experimentado la situación de los derechos humanos en Kosovo con posterioridad a la Declaración de Independencia, pese a haber sido ésta concebida por sus promotores como el principio del fin de la solución al conflicto kosovar y en particular a la grave situación en materia de derechos humanos que estaba en el origen de éste.