El arquitecto Claudio de Arciniega en el virreinato de Nueva España
- CUESTA HERNANDEZ LUIS JAVIER
- Antonio Casaseca Casaseca Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Salamanca
Fecha de defensa: 24 de octubre de 2003
- José Carlos Brasas Egido Presidente/a
- José María Martínez Frías Secretario/a
- Jesús Miguel Palomero Páramo Vocal
- Salvador Andrés Ordax Vocal
- Rosario Camacho Martínez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La tesis trata de explorar las implicaciones entre el concepto del manierismo en la arquitectura novohispana de la segunda mitad del siglo XVI y la presencia de arquitectos de origen español dedicados a esa actividad. Para ese propósito se ha elegido la figura de Claudio de Arciniega, sin duda el arquitecto más importante de ese momento en Nueva España. Llegado al virreinato a mediados de la década de los años cincuenta, tras su contacto con algunos de los centros y los arquitectos más importantes de la arquitectura española de la época. Formado probablemente en León, en los talleres asociados a Juan de Juni en San Marcos y, tal vez, el coro catedralicio, trabajó igualmente en el Alcazar Real de Madrid, la Universidad de Alcalá de Henares, y en retablos de Guadalajara. Por razones desconocidas se embarcó en Sevilla hacia América, comenzando a trabajar en la ciudad de Puebla, para, eventualmente, acabar trasladándose a la capital, México. Favorito del virrey, los arzobispos y probablemente los provinciales de las órdenes mendicantes, acaparó la mayor parte de los trabajos de importancia hasta el año de 1592 en que falleció. Su obra marca la introducción de un clasicismo de raiz serliana, aprendido fundamentalmente del contacto con Covarrubias y la traducción de Villalpando. Pero junto a eso se aprecia en sus construcciones una influencia poderosa por parte de Rodrigo Gil de Hontañón.