Septentrionalidad y medievalidad en el paradigma arteaguiano de lo maravilloso. Una lectura de las riflessioni de Esteban de Arteaga en Le Rivoluzioni del Teatro Musicale Italiano

  1. García Montalbán, Antonio
Dirigida por:
  1. Román de la Calle Director/a
  2. Alvaro Zaldívar Gracia Director/a

Universidad de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 08 de mayo de 2015

Tribunal:
  1. José Ignacio Palacios Sanz Presidente
  2. Francisco Bueno Secretario/a
  3. María Dolores Albiac Blanco Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

“Septentrionalidad y medievalidad en el paradigma arteaguiano de lo maravilloso. Una lectura de las “riflessioni” de Esteban de Arteaga en Le Rivoluzioni del Teatro Musicale Italiano”, es un estudio de carácter multidisciplinar sobre un texto en muchos aspectos singular y hasta ahora prácticamente no abordado. Las riflessioni son una indagación sobre los fundamentos antropológicos de un determinado constructo de lo maravilloso. Uno de los primeros intentos por analizar y comprender esa fenomenología de la fascinación. El primero, sin duda, en poner el acento en los elementos de septentrionalidad y medievalidad. Y todo ello en el marco de lo que quiere ser un estudio sobre el devenir del teatro musical italiano. Las razones que justifican esta investigación son básicamente dos: El limitado conocimiento del pensamiento estético arteaguiano y el escaso desarrollo de una literatura relativa al concepto y fenomenología de lo maravilloso, especialmente como categoría estética. En relación con el limitado conocimiento del pensamiento estético de Arteaga dos hechos llaman la atención. Por un lado, la reiterada asociación, casi monotemática, de Arteaga con sus Investigaciones filosóficas sobre la belleza ideal como objeto de todas las artes de imitación. Por otro, la escasa atención prestada a Las Revoluciones, especialmente en España, y la nula a las riflessioni. En cuanto al escaso desarrollo de una literatura relativa al concepto y fenomenología de lo maravilloso, especialmente como categoría estética, y aun reconociendo que se trata de un concepto de largo recorrido en el habla cotidiana y en la literatura, es de señalar que queda al margen del pensamiento sistemático. Probablemente por su proximidad semántica con otros más elevados y centrales de nuestra cultura, como lo Bello y lo Sublime. Y probablemente, también, por la dificultad para encajarlo en el discurso lógico y estético-moral dominante. La investigación se ha planteado 4 objetivos. Profundizar en el conocimiento del pensamiento estético arteaguiano a través de ámbitos inexplorados de su estética y teoría de las artes. Identificar la naturaleza de lo maravilloso en Arteaga, señalando los elementos clave del análisis de este constructo y también los nexos entre el mundo real y el de las emociones. Estudiar el cambio de paradigma que implican las riflessioni, indagando en sus fuentes y significación. Determinar si el análisis arteaguiano responde a una realidad escénica o a discursos de otros ámbitos. Metodológicamente somete las riflessioni a un estudio crítico, a un análisis textual (contenido, estructura, lenguaje y estilo, uso de las fuentes). Y a un estudio crítico-ideológico, tomando como referencia el argumentario arteaguiano (identificado en sus elementos psicológicos, cosmogónicos y narrativos). Documentando ampliamente sus fundamentos conceptuales y proposicionales. Indagando en los precedentes (poéticas) y reconstruyendo los contextos (pensamiento e imaginarios). En este sentido se ha seguido una doble estrategia interpretativa. Sincrónica, reconstruyendo la cosmovisión, el Zeitgeist, del pensamiento arteaguiano. Y diacrónica, contemplando la dimensión temporal del análisis de Arteaga, y no sólo desde la historicidad de los elementos puestos en juego, sino en lo que tiene de avance de transformaciones futuras de la imaginación de creadores y público. Arteaga concibe lo maravilloso como artefacto antropológico y como paradigma en las artes. Como artefacto antropológico aborda las características psicológicas y culturales que propician el entorno emotivo del sujeto que experimenta la vivencia de lo extraordinario. Identifica el imaginario de una “nueva” mitología, de una mitología moderna cuyo universo temático, personajes y simbología surge de una lectura de la Historia de Occidente, y donde septentrionalidad y medievalidad toman un papel central. Como paradigma en las artes lo concibe como un “sistema”, un conjunto de elementos articulados. El “sistema de lo maravilloso”, como él lo denomina, es el instrumento para la consecución de la emoción fascinante-sorpresiva, que constituye el fin último del teatro musical. En este sentido, Arteaga supera la larga dependencia de una determinada concepción técnica y temática de lo maravilloso, como recurso retórico o mecánico, ligado básicamente a la mitología clásica (personajes, imágenes, episodios). Septentrionalidad y medievalidad son unidades complejas que fundamental lo maravilloso arteaguiano. Por un lado, constituyen los elementos clave de su análisis y las circunstancias que lo explican. Por otro, son un recurso rico en significaciones y funciones discursivas. Un universo que proporciona distancia, respecto a la realidad cotidiana; vehemencia, por la exaltación heroica y los amores épicos; magia, expresada en seducción, hechizos y transformaciones. Por otro, constituye el escenario espacio-temporal, incluso ideológico, donde se desarrolla un culto a lo extraordinario, a las experiencias vitales que sorprenden la imaginación y sobrecogen la mirada y el oído del público. El núcleo de ese culto a lo extraordinario lo constituye, sin duda, la exaltación heroica, personificada en un héroe que, surgido, en origen, del imaginario germánico-cristiano de las canciones de gesta y los poemas caballerescos, es fruto de la fusión italiana de los ciclos carolingio y bretón, básicamente. Y cuyos argumentos inverosímiles darán en lo que Arteaga denomina “el fangoso origen de la novela”, tan estrechamente vinculada a los Boiardo, Ariosto y Tasso. Inverosimilitudes que proporcionarán el “triple resorte de la alta poesía” (Chaussard): Ficción en el estilo. Pasión en los episodios. Acción en los ejemplos. La investigación concluye que Arteaga es un individuo complejo y contradictorio. En todo caso, notario de transformaciones estéticas de calado y lúcido al señalar como fin último de la obra de arte la seducción, y como núcleo de ésta lo maravilloso. De la naturaleza de ese constructo de las riflessioni, estudia en profundidad los elementos clave de su análisis, así como los nexos de unión entre el mundo real y el de las emociones. Esto es, entre historicidad y ficción como sustancia de seducción. Se documenta ampliamente el cambio de modelo, del antiguo, de tradición greco-latina, al “moderno”, donde septentrionalidad y medievalidad resultan fundamentos esenciales. Se pone de manifiesto que son modelos durante mucho tiempo yuxtapuestos, que evolucionan de forma distinta. Mientras uno lo hace hacia un artificio estético cada vez más desconectado del horizonte emotivo de los individuos, el otro, adquiriendo nuevas significaciones y funciones, intensifica su conexión con el sujeto receptor, individual y colectivo. También se concluye que lo maravilloso es un constructo ideológico y estético que propicia la reacción emotiva de los individuos, y por tanto es también expresión del devenir de la Historia y sus discursos culturales. Por último, y a partir de las historias y repertorios teatrales, especialmente los de Godard de Beauchamps, Riccoboni, los hermanos Parfaict y Antoine de Léris, los más notables de su tiempo, la investigación traza un sorprendente y claro panorama de la realidad sobre la que, supuestamente, Arteaga reflexiona en relación a lo maravilloso. En él, nada parece justificar los términos de septentrionalidad y medievalidad de su análisis. Hay en la escena un dominio abrumador del viejo paradigma. Sin negar con ello el hecho de que sobre los escenarios encontremos personajes y episodios surgidos de Ariosto, Tasso y la literatura caballeresca o sus parodias. En definitiva, las riflessioni son un ejercicio analítico de carácter antropológico en relación a lo que su autor considera el centro de interés, y objetivo final, que justifica toda la arquitectura compleja del teatro musical: la seducción de lo maravilloso. Arteaga entiende que los fundamentos de esta emoción tienen carácter psicológico, pero también histórico y cultural. De ahí que ponga el acento en los elementos de septentrionalidad y medievalidad. Por otro lado, estando las riflessioni enmarcadas en un estudio sobre el devenir del teatro musical, su planteamiento desborda el marco escénico. Y viene a esbozar, en realidad, una teoría de lo maravilloso que está más en relación con su lectura de la Historia y la literatura romancesca, que con la realidad escénica de su tiempo que pretende estudiar.