Efecto del consumo de un preparado lácteo tipo yogur en polvo enriquecido sobre diferentes marcadores de salud ósea en un colectivo de mujeres menopáusicas de mediana edad con riesgo de presentar osteoporosis
- Morato Martínez, Marina
- Carmen Gómez Candela Director/a
- Bricia López Plaza Director/a
Universitat de defensa: Universidad Autónoma de Madrid
Fecha de defensa: 01 de de febrer de 2019
- Pilar Aguado Acin President/a
- Samara Palma Milla Secretari/ària
- Pilar Riobó Serván Vocal
- María Ángeles Martín Palmero Vocal
- María José Castro Alija Vocal
Tipus: Tesi
Resum
INTRODUCCIÓN La osteoporosis es un trastorno esquelético caracterizado por una pérdida de la masa ósea y por un deterioro de la estructura interna del hueso. Es una enfermedad multifactorial en la que influyen factores genéticos y fisiológicos, como la edad, el género, la raza o el uso de determinados fármacos, y factores relacionados con el estilo de vida, como el estado nutricional, el consumo de tabaco y alcohol, la inactividad física, la inadecuada exposición solar o una ingesta deficiente de nutrientes esenciales para el hueso. Esta afectación de la resistencia del hueso predispone a un aumento del riesgo de sufrir una fractura, hecho determinante de la morbi-mortalidad que acarrea la enfermedad. En este sentido, son las mujeres posmenopáusicas quienes representan el mayor porcentaje de la prevalencia. En España, 3 millones de personas padecen osteoporosis, afectando al 35% de mujeres mayores de 50 años y a más del 50% en el caso de mujeres con más de 70 años. Asimismo, las fracturas osteoporóticas ascienden al 15% en la población femenina. En consecuencia, la osteoporosis representa un problema sanitario de gran magnitud por los costes económicos y la problemática social que supone su tratamiento y sus secuelas. La osteoporosis no produce síntomas salvo que exista una fractura, por ello, el diagnóstico precoz es fundamental. Uno de los métodos más ampliamente utilizado para cuantificar la densidad mineral ósea es la densitometría ósea. Esta técnica radiológica no invasiva, de baja radiación y rápida realización es actualmente la herramienta de mayor precisión y fiabilidad para el diagnóstico de enfermedades relacionadas con la desmineralización ósea, como la osteopenia y la osteoporosis. Asimismo, este método se puede complementar con parámetros bioquímicos relacionados con el metabolismo fósfo – cálcico. La osteoporosis es una enfermedad que, en muchos casos podría prevenirse con un estilo de vida adecuado, sin embargo, una vez insaturada, el tratamiento de la osteoporosis combina el farmacológico, con la realización de actividad física adaptada y algunas medidas dietéticas, como aumentar el consumo de alimentos ricos en nutrientes esenciales para el adecuado funcionamiento del hueso. Entre estos micronutrientes se encuentran el calcio, el fósforo y la vitamina D presentes en los alimentos de origen lácteo. No obstante, la población demanda con más frecuencia tratamientos no farmacológicos que ayuden a mejorar e incluso prevenir enfermedades crónicas, y derivado de esta necesidad, surgieron los alimentos funcionales. Los alimentos funcionales son aquellos que, además de ser fuentes de energía y nutrientes que aseguran la supervivencia del individuo, son capaces de promover la salud, mejorar el bienestar general y reducir el riesgo de padecer enfermedades. Actualmente existe un auge de los alimentos funcionales con diferentes matrices, pero sin duda, son los alimentos lácteos los más utilizados. De hecho, estos han demostrado ser beneficiosos, no solo para la salud general, sino también para la salud ósea. Gracias a sus características físico-químicas y de composición resultan ser una matriz idónea para otorgar funcionalidad a los ingredientes bioactivos añadidos. HIPÓTESIS El consumo regular durante un periodo de 6 meses de un alimento con matriz láctea (yogur en polvo liofilizado) enriquecido en nutrientes esenciales para el hueso, como son el calcio, vitamina D3, vitamina K, vitamina C, cinc, magnesio, L-leucina y un probiótico de cepa Lactobacillus plantarum, puede mejorar los marcadores de salud ósea de mujeres menopáusicas sanas con riesgo de presentar osteoporosis. OBJETIVO PRINCIPAL Evaluar el efecto del consumo regular durante 6 meses de un preparado lácteo tipo yogur en polvo enriquecido en calcio, vitamina D3, vitamina K, vitamina C, cinc, magnesio, L-leucina y un Lactobacillus plantarum, sobre marcadores de salud ósea en un colectivo de mujeres sanas menopáusicas de mediana edad que presentaban riesgo de sufrir osteoporosis. OBJETIVOS SECUNDARIOS Evaluar el efecto del consumo regular durante 6 meses de un preparado lácteo tipo yogur en polvo enriquecido en los compuestos bioactivos descritos sobre diversas variables dietéticas, de salud, metabolismo glucémico y lipídico, y sobre el estado inflamatorio en un colectivo de mujeres sanas menopáusicas de mediana edad que presentaban riesgo de sufrir osteoporosis. MATERIAL Y MÉTODOS Se diseñó un ensayo clínico de intervención nutricional aleatorizado, paralelo y doble ciego durante 24 semanas, con un tamaño muestral de 78 mujeres. Las voluntarias debían ser mujeres menopáusicas entre 50 y 60 años, con un IMC ≥18 kg/m2 - <35 kg/m2, y con presencia de osteopenia no tratada farmacológicamente o bien que cumpliesen dos de los siguientes criterios: 1) consumo de lácteos inferior a 2 raciones al día, 2) ejercicio físico de tipo sedentario, 3) fumadora activa (> 5 cigarrillos al día). Asimismo fueron criterios de exclusión presentar osteopenia tratada farmacológicamente u osteoporosis, tratamiento con terapia hormonal sustitutiva, consumo de isoflavonas de soja, calcio y/o calcitriol, antioxidantes o algún suplemento nutricional, así como presentar alguna enfermedad grave (cáncer, enfermedad renal, diabetes, etc.). Las mujeres que cumplieron los criterios de inclusión fueron aleatorizadas en dos grupos. El grupo experimental (GE) consumió una ración al día (150 g) de un preparado lácteo experimental tipo yogur en polvo enriquecido en calcio, vitamina D3, vitamina K, vitamina C, cinc, magnesio, L-leucina y un Lactobacillus plantarum, mientras que el grupo control (GC) consumió el mismo preparado lácteo pero sin enriquecer. Además, ambos grupos recibieron pautas generales sobre alimentación saludable y promoción de actividad física. Al inicio y al final del en sayo clínico se realizó un estudio general de salud (peso, IMC, presión arterial, y actividad física), un estudio dietético (calidad de la dieta e ingesta de nutrientes), un estudio de composición corporal realizado por iDXA, (masa ósea, masa grasa, masa magra, masa libre de grasa y masa tisular) así como la densidad mineral ósea (DMO), y un estudio bioquímico donde se analizaron los marcadores del metabolismo óseo (osteoprotegerina [OPG], osteopontina [OPN], propéptido N-terminal del protocolágeno tipo I [P1NP], telopéptido C-terminal del colágeno tipo I [CTx], calcio, fósforo, calcitonina, parathormona [PTH] y vitamina D3 [calcidiol]), marcadores del perfil glucémico y lipídico (glucosa basal, insulina, colesterol total, colesterol HDL, colesterol LDL y triglicéridos), marcadores del perfil hepático (creatinina, urato, ASAT, ASAL, fosfatasa alcalina y bilirrubina), y del perfil inflamatorio (IL6, TNFα, PCR y Cortisol). Los datos fueron analizados con el programa estadístico SPSS 15.0, tomando como valores significativas aquellas con una p inferior a 0,05. RESULTADOS PRINCIPALES El 82% de las mujeres que iniciaron el ensayo clínico finalizaron el estudio (n total=65; GE n=33 y GC n=32). Tras 24 semanas de intervención las mujeres que consumieron el preparado lácteo experimental (GE) aumentaron significativamente el contenido de masa ósea comparando con el GC (0,01±0,03 kg vs. -0,01±0,03 kg; p<0,05). Además, estas mujeres mantuvieron estables los valores de DMO en comparación con el GC, el cual presentó una disminución significativa de su DMO (p<0,05). Las mujeres del GE presentaron una disminución significativa de los valores de presión arterial con respecto al inicio del estudio (de 112,85±17,27 a 104,12±10,62 mmHg en sistólica y de 77,12±10,74 a 71,79±10,24 mmHg en diastólica; p<0,05 y p<0,01 respectivamente). Las voluntarias que pertenecían al GE aumentaron significativamente la ingesta de calcio dietético y vitamina D comparado con las mujeres del GC (183,36±334,05 vs. 35,28±27,21 mg/día de calcio dietético; 2,75±3,19 vs. 0,40±3,31 µg/día de vitamina D; p<0,05). Por otra parte, al evaluar los marcadores de la bioquímica específica del metabolismo óseo tras la intervención, se han podido observar que las mujeres que pertenecían al GE han aumentado significativamente los niveles plasmáticos de OPG en comparación con el GC (3,70±2,78 UI/L vs. -0,02±2,25 UI/L; p<0,05). Este mismo grupo (GE) ha aumentado significativamente los niveles séricos del marcador de formación ósea P1NP frente a una disminución presentada por el GC (13,19±25,17 vs. -4,21±15,62 ng/mL; p<0,05). Por otro lado, el GE ha disminuido significativamente los niveles plasmáticos del marcador de resorción ósea CTx comparado con el GC (-0,05±0,19 vs. 0,04±0,14 ng/mL; p<0,05). Los niveles de calcio plasmático también han aumentado significativamente en el GE en comparación con el GC (0,03±0,38 vs. -0,03±0,33 mg/dL; p<0,05). En cuanto a las hormonas implicadas en la homeostasis del calcio y fósforo, se ha observado que los niveles séricos de PTH disminuyeron significativamente en el GE con respecto al GC tras la intervención (-1,77±84,95 vs. 38,94±69,82 pg/mL; p<0,05). De igual manera, el GE presentó un aumento significativo de los niveles plasmáticos de vitamina D3 con respecto al GC (4,49±13,94 ng/mL vs. 1,93±6,60 ng/mL; p<0,05). Este último resultado supuso que en el GE, un 15% de las mujeres presentaran niveles plasmáticos de vitamina D en rangos de suficiencia, mientras que en el GC ninguna de las mujeres alcanzó niveles adecuados de vitamina D3 sérica (en GE de 19,24±7,07 a 23,73±15,64 ng/mL; y en GC de 17,97±9,70 a 19,89±5,13 ng/mL). En cuanto a los parámetros bioquímicos del metabolismo glucémico, lipídico y de seguridad, no se obtuvieron diferencias significativas entre los grupos de tratamiento una vez finalizada la intervención. Por último, entre los marcadores bioquímicos de inflamación, únicamente destacar que las mujeres que consumieron el preparado lácteo experimental disminuyeron significativamente los niveles plasmáticos de IL6 con respecto a las mujeres del GC (-1,08±1,12 vs. 0,33±4,07 pg/mL). Por otra parte, no se registraron efectos adversos en ninguna de las mujeres del estudio. Asimismo, las características organolépticas del producto (sabor y olor) fueron muy bien valoradas, así como el formato de administración de yogur en polvo, con una alta aceptación. CONCLUSIONES El consumo durante 6 meses de un preparado lácteo tipo yogur en polvo enriquecido en nutrientes bioactivos para el hueso, mejora los marcadores de salud ósea en un colectivo de mujeres sanas menopáusicas de mediana edad con riesgo de sufrir osteoporosis. De igual manera, el consumo del preparado lácteo experimental ha resultado ser seguro para el consumo humano y podría contribuir a la prevención de la osteoporosis en este grupo de riesgo.