Efecto de consecuencias diferenciales y memoria visuoespacial en niños y en adultos con Síndrome de Down

  1. Esteban García, Laura
Dirigida por:
  1. Angeles F. Estévez Director/a
  2. Ana B. Vivas Navarro Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Almería

Fecha de defensa: 30 de enero de 2014

Tribunal:
  1. Roberto Álvarez Gómez Presidente/a
  2. Francisca Carvajal Secretario/a
  3. Ginesa López Crespo Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 357095 DIALNET

Resumen

Durante años, la Psicología ha demostrado que administrando un refuerzo positivo tras una determinada conducta se incrementa la probabilidad de que dicha conducta ocurra en el futuro. Diversas investigaciones recientes están arrojando luz sobre los beneficios de un nuevo procedimiento de reforzamiento denominado Procedimiento de Consecuencias Diferenciales (PCD). Éste no sólo tiene en cuenta que los refuerzos usados sean realmente reforzantes para cada organismo en concreto, sino que va más allá, centrando la importancia en el modo en que se administran tales refuerzos. Así, en tareas de discriminación condicional, si en vez de administrar el mismo refuerzo para las diversas discriminaciones a aprender (o refuerzos diferentes pero presentados aleatoriamente), se administra un refuerzo específico para cada una de ellas, se consigue que el aprendizaje sea más rápido y se cometan menos errores. A este incremento en la exactitud y velocidad de adquisición en el aprendizaje de discriminaciones condicionales se le conoce como Efecto de Consecuencias Diferenciales (ECD) (Peterson y Trapold, 1980). Desde los primeros hallazgos de Trapold (1970) numerosas investigaciones posteriores han corroborado los beneficios del PCD sobre el aprendizaje discriminativo en una amplia variedad de especies, consecuencias y tareas (para una revisión ver, Estévez, 2005; Estévez y Fuentes, 2006; Goeters, Blakely y Poling, 1992 y Urcuioli, 2005). Sin embargo, el PCD no sólo ha demostrado ser eficaz en el aprendizaje discriminativo, sino que diversos estudios realizados en laboratorios de experimentación animal sugieren su utilidad como procedimiento para mejorar la memoria operativa o a corto plazo (v.g., Demarse y Urcuoli, 1994; Savage, Pitkin y Careri, 1999). No obstante, hasta el momento en el que se plantea esta Tesis Doctoral, han sido pocos los estudios que han analizado específicamente el efecto que el PCD puede tener sobre la memoria operativa en humanos (v.g., Hochhalter, Sweeney, Bakke, Holub y Overmier, 2000; López-Crespo, Plaza, Fuentes y Estévez, 2009; Plaza, Estévez, López-Crespo y Fuentes, 2011; Plaza, López-Crespo, Antúnez, Fuentes y Estévez, 2012). Considerando que en su mayoría se han centrado en el reconocimiento demorado de caras en adultos y teniendo en cuenta, por un lado, la importancia que la memoria operativa tiene para el aprendizaje y el rendimiento académico en niños y, por otro, la gran variedad y cantidad de estímulos que nos rodean, la presente Tesis Doctoral se plantea como objetivo explorar si el PCD puede o no ejercer un efecto beneficioso sobre el reconocimiento demorado de información visual y espacial en niños de entre 4 y 9 años de edad y en adultos con síndrome de Down. A lo largo de la presente Tesis Doctoral titulada ¿EFECTO DE CONSECUENCIAS DIFERENCIALES Y MEMORIA VISUOESPACIAL EN NIÑOS Y EN ADULTOS CON SÍNDROME DE DOWN¿, el lector encontrará inicialmente una breve introducción teórica en la que se describe en qué consiste el ECD, bajo qué condiciones aparece, cuáles son los estudios más relevantes realizados al respecto (tanto en aprendizaje como en memoria, tanto con animales como con humanos), así como las principales teorías que han tratado de explicarlo y las estructuras cerebrales que se cree están relacionadas con dicho efecto. Posteriormente, se exponen los principales resultados derivados de la presente Tesis Doctoral. Son tres capítulos en los que se agrupan los diferentes experimentos realizados, correspondiéndose cada uno de ellos con un artículo de investigación científica que, en el momento de escribir estas líneas, se encuentran remitidos a diferentes revistas científicas. En el primero de ellos, utilizando distintos tipos de estímulos que varían en su complejidad (objetos familiares -v.g., herramientas y utensilios de cocina-, escenas y figuras abstractas), se analiza si el PCD puede mejorar el reconocimiento demorado de información visual en niños con edades comprendidas entre 4 y 9 años. En el segundo, a partir de la tarea de reconocimiento demorado de caras empleada por López-Crespo et al. (2009) y Plaza et al. (2012) se diseña y adapta una tarea similar a niños de entre 4 y 9 años de edad y a adultos con síndrome de Down. Finalmente, el último de ellos comprende la parte espacial de la Tesis, en la que niños de las edades anteriormente mencionadas se enfrentan a una tarea de reconocimiento de localizaciones espaciales. En su conjunto, los resultados obtenidos sugieren que el PCD mejora la retención a corto plazo tanto de información visual como espacial. Con respecto al primero, se observa una modulación del efecto en función de la complejidad visual de los estímulos utilizados, la cual afecta de forma diferente en función de la edad de los niños. Así, los niños de menor edad muestran el ECD con objetos abstractos y escenas, mientras que el efecto no se observa con escenas en niños de 7 años de edad o superior. Sin embargo, el patrón de ejecución de ambos grupos se iguala (ECD con objetos abstractos y escenas) al hacer la tarea más dependiente de la memoria visual. A su vez, los datos aquí presentados indican que la administración de consecuencias específicas tras las respuestas correctas resulta útil para mejorar el reconocimiento demorado de caras tanto en niños como en adultos con síndrome de Down. Por último, en relación a las tareas espaciales, el PCD ha demostrado ser más eficaz en aquéllas que requerían un alto nivel de procesamiento, frente a las que implicaban un bajo nivel de procesamiento.