El mito clásico y su evolución formal en la Edad Media; Geoffrey Chaucer
- GUTIÉRREZ ARRANZ JOSÉ M.
- Ricardo J. Sola Buil Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad de Alcalá
Fecha de defensa: 2001(e)ko azaroa-(a)k 22
- Juan Fernando Galván Reula Presidentea
- Mercedes Bengoechea Bartolomé Idazkaria
- Santiago González Fernández-Corugedo Kidea
- José Manuel Barrio Marco Kidea
- María José Muñoz Jiménez Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
Nuestro trabajo tiene como base fundamental el mito clásico. El estudio tiene dos objetivos esenciales relacionados con esa base: la evolución que el mito clásico tiene desde su aparición en la Antigüedad hasta la Edad Media, culminando en la obra del escritor inglés del siglo XIV Geoffrey Chaucer y por otro lado la consideración del propio mito clásico como un elemento que corrobora nuestra tesis de la utilización y seguimiento por parte de Chaucer del sistema de la retórica clásica cuyo precursor fue Aristóteles. Comenzando por el primero de esos objetivos, la definición más extendida y aceptada referida a la mitología es que es un conjunto de leyendas. Leyenda es todo relato de sucesos que son inciertos e incomparables, pero sobre los cuales existe una tradición que los presenta como realmente acaecidos. Mitología clásica es el conjunto de mitos griegos y romanos que, según testimonios fehacientes que se poseen, tuvieron vigencia como tales relatos en cualquier momento del ámbito temporal que va desde los orígenes hasta el año 600 d.C. A partir de aquí el mito se relaciona con otra serie de relatos: la leyenda etiológica, el ciclo heroico y la novela. Las fuentes de la mitología clásica deben en ocasiones de la tradición oral, y un ejemplo claro de ello es la Graeciae Descriptio de Pausanias, en la que el autor defiende que los dioses y los hombres pertenecen a esferas distintas y hay una barrera insuperable entre ellos. Existe otro grupo de fuentes llamadas "eruditas", que comprende tratados técnicos consagrados exclusivamente a la mitología o comentarios de obras literarias destinados a arrojar luz sobre puntos oscuros. Este trabajo comenzó con Hecateo de Mileto (siglo VI a.C.), al que siguió Acusilao de Argos, Ferécides de Atenas, Helánico de Mitilene y sobre todo Heródoto, el más importante de ellos.