Un gobierno controvertidola gestión de la alcaldía mayor de Tabasco entre 1660 y 1716

  1. Moreno Amador, Carlos
unter der Leitung von:
  1. Julián B. Ruiz Rivera Doktorvater/Doktormutter
  2. Manuela Cristina García Bernal Doktorvater/Doktormutter

Universität der Verteidigung: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 09 von Februar von 2016

Gericht:
  1. Ramón María Serrera Contreras Präsident/in
  2. María Eugenia Petit-Breuilh Sepúlveda Sekretär/in
  3. Luis Navarro García Vocal
  4. Angel Sanz Tapia Vocal

Art: Dissertation

Teseo: 401575 DIALNET lock_openIdus editor

Zusammenfassung

La investigación realizada sobre el gobierno tabasqueño entre 1660 y 1716 aborda un tema de gran importancia en la Historia de América, como es el de las infracciones y los abusos cometidos por una parte de las autoridades indianas, en este caso por los alcaldes mayores de Tabasco, en cuanto que afectaban no sólo a los súbditos, sino también, en ocasiones, a la propia Corona. El objetivo primordial de este estudio se centra en ofrecer un detenido análisis de la controvertida gestión de los gobernantes tabasqueños durante la segunda mitad del siglo XVII y los albores del siglo XVIII, sobre la base de los juicios de residencia que de dicho periodo se hallan en el Archivo General de Indias, y la diversa –aunque bastante fragmentada- documentación que acerca de la provincia tabasqueña se puede consultar en el Archivo General de la Nación de la Ciudad de México. Se pretende, por tanto, completar un mapa inacabado en lo que a las alcaldías mayores y corregimientos en el territorio novohispano se refiere, al aportar luz sobre el proceso histórico de una de las regiones más olvidadas del Imperio español. No en balde, la provincia de Tabasco, situada en el sureste novohispano, se convirtió muy pronto en un territorio de “frontera”, marginado y muy alejado de los centros de control y decisión del virreinato, motivado, en parte, por sus rigurosas condiciones climáticas e hidrográficas, que convirtieron a Tabasco en un territorio inhóspito a los ojos de las autoridades españolas desde el mismo momento de la conquista. Tampoco ayudaron demasiado las escasas posibilidades económicas que ofrecía la región, sobre todo teniendo en cuenta la lógica mercantilista aplicada por la Corona castellana, según la cual, la riqueza de los territorios se medía por la cantidad de metales preciosos que albergase entre sus recursos naturales, riquezas metalíferas de las que carecía Tabasco, lo que provocó que la provincia quedase relegada a un segundo plano en la lista de intereses de la metrópoli. Ahora bien, ese abandono institucional brindó a sus gobernantes la posibilidad de actuar con bastante independencia y gestionar el poder libremente, sin ataduras y haciendo caso omiso en muchas ocasiones de las directrices impuestas desde México. En esa tesitura, los abusos y arbitrariedades cometidos por los alcaldes mayores fueron constantes, siendo los principales perjudicados, como casi siempre, los indígenas.