Giovan girolamo ii acquaviva d'aragona (1664 c. - 1665). Signore feudale del mezzogiorno spagnolo

  1. MARTINO, AURORA
Dirigida por:
  1. Luis Antonio Ribot García Director

Universidad de defensa: Universidad de Valladolid

Fecha de defensa: 10 de enero de 2013

Tribunal:
  1. Alberto Marcos Martín Presidente
  2. Carlos José Hernando Sánchez Secretario
  3. Massimo Carlo Giannini Vocal
  4. Manuel Rivero Rodríguez Vocal
  5. Giovanni Muto Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Giovan Girolamo II Acquaviva d¿Aragona es un personaje que desde siempre ocupa un lugar de máximo interés entre los historiadores del Reino de Nápoles de antiguo régimen. Noble de antigua familia, titular de territorios y jurisdicciones, militar al servicio del rey, hombre culto y refinado mecenas y viajero inquieto a la continua búsqueda del ascenso social, participa plenamente a los advenimientos de su siglo, moviéndose constantemente entre las provincias de Bari y Otranto, sede de sus dominios, la capital napolitana, diversas ciudades italianas y la corte de Madrid, corazón de los sucesos políticos del Seiscientos. En 1940, el estudioso Nino Cortese en su célebre estudio titulado ¿Fonti spagnole per la storia del Regno di Napoli del Cinque e Seicento¿, indicaba la falta de un estudio específico sobre el noble napolitano y, a la vez, la presencia de una gran cantidad de fuentes documentales sobre el personaje, custodiada en los archivos españoles, todavía por explorar. Las mismas sugerencias aparecían también en otros importantes estudios de las décadas sucesivas. Por ello el objetivo inicial del presente estudio ha sido el de recuperar y analizar aquella documentación que 70 años después de las sugerencias de Cortese, seguía aun inédita. Posteriormente se ha hecho patente la necesidad de enfocar el estudio sobre el personaje partiendo de una investigación sistemática y racional de todos los documentos existentes sobre el noble, para una más completa interpretación del personaje y de su familia. En el primer capítulo se ha intentado reconstruir el patrimonio material e inmaterial del personaje delineado en términos de feudos, jurisdicciones, vasallos y varios recursos que recibe a la muerte de los padres, pero también en términos de identidad familiar que el noble recibe del pasado y proyecta hacia el futuro adquiriendo un papel concreto dentro de la familia: ocuparse de proteger y enriquecer el patrimonio y la reputación en la base de la identidad del linaje. Se ha reconstruido la historia del casado sin perder de vista aquellos parámetros que en el siglo XVII proporcionan la imagen de un noble digno de entrar en el circuito de distribución del patronato regio, es decir, la antigüedad de la familia, las alianzas con otras familias nobles de igual o más alto rango, los personajes que han prestado servicio al rey, la fidelidad de la familia a los monarcas españoles por los cuales han recibido mercedes y privilegios, etc. Pero también las falsificaciones y omisiones de algunas páginas oscuras y ambiguas de la historia de la familia. En el segundo capítulo, en cambio, se ha intentado esbozar la que podía ser la estrategia adoptada por el noble en la gestión del patrimonio familiar durante el trend económico negativo de la época. Algunos puntos importantes de esta parte del trabajo son la unión matrimonial con Isabella Filomarino y las capitulaciones matrimoniales que establecen las reglas de gestión de la dote de la mujer y del ducado de Nardò, donado por parte materna y, además, la estrategia matrimonial y patrimonial adoptada por Giovan Girolamo II a propósito de los cuatro hijos. El noble establece de alguna manera su línea de acción entre el reforzamiento del poder en los feudos, primeras participaciones militares y grandiosas iniciativas relacionadas con la construcción y la promoción de la imagen de una corte barroca. Establece las bases para el ascenso social y proyecta una clara y fuerte imagen ante el soberano español: la del noble, dotado de gran poder en las provincias, fiel servidor de la Monarquía que pretende seguir las huellas de sus antecesores sirviendo al rey en las empresas bélicas. Entre los años Treinta y Cuarenta del siglo XVII se desarrolla una larga serie de interesantes y peculiares sucesos. Algunos de ellos se desarrollan en los estados del noble y revelan las relaciones entre Giovan Girolamo y sus vasallos, en particular los de la ciudad de Nardò. Relaciones que se vuelven rígidas como consecuencia de la política conducida por el noble y proyectada hacia el crecimiento de su poder a través de continuas injerencias en las dinámicas de formación del gobierno ciudadano, la utilización arbitraria de las jurisdicciones de primera y de segunda instancia de los tribunales feudales y una red de alianzas construida a través de personajes colocados en los puntos neurálgicos de los aparatos institucionales del reino. Vemos a los vasallos de Nardò, reunidos en la institución ciudadana fuertemente endeudada, emprender una tenaz resistencia legal contra su señor. Estos hechos, que se colocan en los escenarios de las provincias de Bari y Lecce, se entrecruzan y mezclan con los acontecimientos convulsos que en estos años se desarrollan en la capital de Nápoles. Acquaviva se erige como representante de la nobleza más intransigente hacia la línea de gobierno del virrey Medina de Las Torres con el cual existe un enfrentamiento abierto por razones públicas y privadas. Un proceso pendiente entre Acquaviva y Ana Carafa, mujer del virrey, y el famoso rapto de Ana Acquaviva, pariente del noble al centro de este estudio, revelan las complejas tensiones y la conflictividad que inundan cada rincón de la sociedad napolitana en este momento. El noble de Puglia decide ignorar y saltar la autoridad del alter ego del monarca en el reino para acudir directamente a la justicia soberana, emprendiendo una estrategia que revela las complejas relaciones entre distintos sujetos de la sociedad de la época. Se sitúa en estos años el primer viaje de Giovan Girolamo en el corazón de la Monarquía a través del cual conseguirá entrar de manera más efectiva en el circuito de distribución de honores y privilegios promocionado por la Corona. El noble, apelándo a la justicia regia, obtiene la avocación de los procesos a los tribunales madrileños (afirmando que el funcionamiento de los tribunales de Nápoles está viciado por el virrey Medina) y alcanzará Madrid. El rey decidirá apartar la documentación sobre el caso y nombrar el noble como General de la Caballería, según la petición del mismo, llamándolo a su lado cerca de Zaragoza para la defensa de la Monarquía. La vuelta de Acquaviva al reino de Nápoles está marcada por la obtención de más amplios poderes en sus estados obtenidos en la corte del rey, pero la ciudad de Nardò empieza una resistencia legal recorriendo los mismos pasos de su señor: es decir, el procurador de la ciudad Giovan Pietro Cavallone sigue a Acquaviva a Madrid y suplica a la justicia regia consiguiendo de alguna manera impedir la efectiva entrega de las nuevas mercedes, provocando el enfado de Acquaviva. Sigue un capítulo relativo a las revueltas de 1647-48. Acquaviva participa en el apaciguamiento de las insurrecciones en varias zonas del reino, especialmente en sus feudos y en las tierras circunstantes donde intenta reafirmar su poder sobre los recursos del territorio corroyendo la potestad de gobierno de las ciudades bajo su jurisdicción. El noble, con poder fortalecido, intenta ascender en la jerarquía nobiliaria local entrando en conflicto con varios nobles. La imagen que consigue proyectar frente a los ojos del rey y de sus consejos es una vez más la de vasallo fiel al servicio de la Monarquía. Pero, ésta llega a conocer los comportamientos del noble caracterizados por tintes oportunistas. De hecho, poco después Acquaviva se verá bajo estricto control del autoritario virrey conde de Oñate. Éste, empeñado con la restauración del poder de la Monarquía española en el reino, da pie a toda una serie de investigaciones sobre el contrabando. Detalladas relaciones revelan la estrategia adoptada por Acquaviva para atesorar las arcas de familia. Los años Cincuenta marcan el inicio de una repentina caída del noble bajo la presión del virrey, que ordena a toda la familia Acquaviva mudar su residencia a Nápoles. Giovan Girolamo abandona el reino sin permiso para alcanzar una vez más la corte de Madrid y encontrar al rey, repitiendo la estrategia adoptada en los años Cuarenta. Pero muchas cosas han cambiado. Esta vez el noble no consigue volver a su patria: se queda bloqueado en España como consecuencia de una segunda avocación de procesos a las instituciones madrileñas. Mientras tanto son embargados sus feudos y sus rentas mientras las tropas regias ocupan sus estados. En el reino de Nápoles su familia supera a duras penas las olas de peste mientras ve menguar rápidamente su patrimonio. El último capítulo es, tal vez, el que contiene más informaciones inéditas sobre la vida del personaje ya que de los largos quince años pasados en España ningún historiador ha citado nunca dato alguno, pero un conspicuo legajo de 1.724 fotogramas del Consejo de Italia reúne todas las informaciones en mérito. El interés de este conjunto documental reside en la formación de una junta ad hoc que se ocupa del ¿caso Conversano¿ constituida por los regentes del Consejo de Italia y por cuatro ministros asociados del Consejo de Castilla, según la petición avanzada por el procurador de la ciudad de Nardò, el ya citado Cavallone, que reconoce dentro del consejo madrileño la posibilidad de la creación de una facción a favor del noble que podría despachar rápidamente el asunto, como había pasado en los años Cuarenta. La formación de este tipo de junta representa para los vasallos la garantía de un proceso justo y libre de los juegos de la facción al poder. La acción legal emprendida por la ciudad de Nardò contra su señor revela una resistencia no inútil, a pesar de que el contexto histórico y social de estos años presente una alianza soberano-nobleza, que no favorece a otros cuerpos sociales, porque está dispuesta a renovarse constantemente. Las estrategias legales de la acusación (el fiscal regio y el procurador de la ciudad) y de la defensa (construida por varios abogados del noble), las decisiones de los órganos de justicia (especialmente de la junta extraordinaria y del rey), el conjunto de leyes y sus múltiples interpretaciones, ofrecen una visión tanto de la jurisprudencia de época moderna, como del sistema de gobierno polisinodial de la Monarquía española. Esta visión de conjunto de la vida del noble napolitano es capaz de sugerir interesantes consideraciones y reflexiones.