La conformación del Estado Nacional chileno durante el siglo XIXeducación, nación y ciudadanía
- Iglesias Segura, Ricardo
- Guillermo A. Pérez Sánchez Director
- Adolfo Carrasco Martínez Codirector
Universidad de defensa: Universidad de Valladolid
Fecha de defensa: 21 de julio de 2017
- Juan Cristóbal Gay Armenteros Presidente/a
- María Sánchez Agustí Secretaria
- Pedro A. Martínez Lillo Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
En las sociedades modernas, la escuela y la enseñanza de la Historia han tenido un papel muy importante. A través de ellas se entregan conocimientos que suelen utilizarse para justificar el pasado y el presente, en este sentido, los estados desde el siglo XIX «optaron por convertirse en inspiradores y vigilantes del relato histórico y se han dedicado a elaborar e imponer el que conviene a sus pretensiones e intereses» . Los estados y gobiernos se han ocupado de fiscalizar la producción histórica y decidieron vigilar celosamente la escuela y lo que se enseñaba en ella. Los relatos históricos que se enseñaron en las escuelas chilenas eran parte de la narrativa política de los constructores del Estado nacional. Estos cumplieron la función de legitimar y consolidar los valores que la clase dirigente necesitaba, pero no tan sólo la escuela ha sido el lugar predilecto, sino que también la pedagogía cívica por medio de monumentos, celebraciones, nombres de calles y ciudades que tienden a la exaltación de la nación han sido mecanismos de nacionalización. La educación como experiencia histórica: nación, nacionales y ciudadanos El surgimiento y consolidación del Estado nacional en el siglo XIX involucró el desarrollo de tres aspectos claves para sus propios fines: la creación de la nación, la formación de nacionales y de ciudadanos. Estos aspectos proporcionaron los soportes de la nueva legitimidad del naciente orden político republicano que se sostuvo en la soberanía nacional y la representación política. Para el ejercicio de la soberanía nacional se requirió de la formación de los atributos republicanos en la población chilena por medio de varios mecanismos que el Estado consideró apropiados. El siglo XIX fue un siglo especialmente interesado en la formación de nacionales. Para el caso chileno y para el resto de los países americanos, la elite consideró que el espacio apto para dicha formación se encontraba en la educación y, por lo tanto, era necesario promover y estimular su implementación. El tema de la educación ha sido permanentemente revisado e interpretado como uno de los tópicos fundamentales para comprender como emergieron los estados nacionales en el siglo XIX, y como aquellos lograron imponer una ideología a la mayor parte de la población. El proceso histórico de configuración y consolidación del Estado nacional y la consiguiente identidad nacional estatal fue una forma dominante de construcción de identidades colectivas en América. Al mismo tiempo, toda la configuración estatal se basaba en una pertenencia de los individuos a la comunidad nacional coincidente con una unidad política necesaria para asegurar la homogeneidad de todos sus miembros. La aspiración de la homogeneidad por parte de las elites tuvo en la escuela el instrumento ideal para asumir la misión de extender el imaginario nacional con la idea de crear una identidad nacional fundamentado en una cultura compartida que fuera capaz de convencer a los escolares por medio de la enseñanza las virtudes republicanas y el amor a la patria.