Los tiempos compuestos del indicativo en el español hablado en América. Tiempo, aspecto y uso
- Soto Vergara, Guillermo
- César Hernández Alonso Director
Universidad de defensa: Universidad de Valladolid
Fecha de defensa: 18 de enero de 2012
- Emilio Ridruejo Alonso Presidente
- Silvia Hurtado González Secretaria
- Salvador Gutiérrez Ordóñez Vocal
- José Antonio Samper Padilla Vocal
- Carlos González Vergara Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Esta tesis describe los tiempos verbales compuestos del modo indicativo en el español de América, considerando su significado temporal, el aspecto de punto de vista asociado (perfectivo o imperfecto), la posible codificación de un significado perfecto o uno modal, su función en contextos discursivos y, cuando es posible, su variación dialectal. En menor grado, se caracterizan también las formas compuestas no finitas. El análisis se realiza en un corpus de 539.071 palabras, consistente en 140 entrevistas orales realizadas en nueve capitales americanas y en Madrid (ciudad de contraste), extraídas de la selección realizada por Samper Padilla et al. (1998) de los corpora generados por el Proyecto de estudio coordinado de la norma lingüística culta de las principales ciudades de Hispanoamérica. Desde el punto de vista teórico, se adopta críticamente el marco de la gramática funcional de Dik (1997a), discutiendo su estatus como modelo funcional e incorporando aportes de la gramática funcional del discurso y de la lingüística cognitiva. Se revisan ampliamente diversas caracterizaciones de los tiempos verbales en general y de los distintos tipos de aspecto. El estudio muestra que, si bien en prácticamente todos los casos, los tiempos compuestos designan estados de cosas pasados, el pretérito perfecto compuesto y el futuro compuesto funcionan como tiempos absolutos, en contraste con el pluscuamperfecto y el condicional compuesto que operan como absoluto-relativos. Los compuestos no finitos, por su parte, codifican un tiempo puramente relativo. Por otro lado, mientras el futuro compuesto y el condicional compuesto se especializan, grosso modo, en significados de corte modal ¿epistémico subjetivo e irrealis, respectivamente¿, el pretérito perfecto compuesto y el pluscuamperfecto, al igual que el gerundio compuesto, codifican, en general, aspecto perfecto, esto es, un tipo de aspecto de perspectiva retrospectiva (Dik, 1997a) en que se introduce en el discurso, vía implicatura, un estado de cosas homogéneo no explícito, vigente en el momento de referencia, que establece una relación epistémica con el explícitamente designado por el participio (Nishiyama y Koenig, 2010). Independientemente de las diferencias expuestas entre los tiempos, en todos los casos la situación designada por el participio presenta aspecto de punto de vista perfectivo o complexivo (Smith, 1997 [1991]). En cuanto al comportamiento discursivo, se sostiene que este deriva de sus propiedades aspectuales y modales. El pretérito perfecto compuesto, en los casos en que actualiza significado perfecto, se asocia fuertemente al discurso no narrativo; el pluscuamperfecto, en cambio, tiende a aparecer en el segundo plano de narraciones. Los otros tiempos se presentan ya en discurso no narrativo, ya en segundo plano de discurso narrativo. En lo que dice relación con su distribución en América, solo en el caso del pretérito perfecto compuesto ¿el más frecuente de todos¿ se observa una variación dialectal significativa. En contraste, el pluscuamperfecto muestra homogeneidad geográfica, mientras que tanto el futuro compuesto como el condicional compuesto tienen una frecuencia muy baja, que impide emitir juicios respecto de su distribución dialectal. La variación dialectal del pretérito perfecto compuesto se relaciona con un proceso de deriva aorística que conduce potencialmente de un significado perfecto a uno puramente perfectivo o aoristo (Harris, 1982; Squartini y Bertinetto, 2000). Las variedades en que el pretérito perfecto compuesto es más frecuente (La Paz, Madrid y Lima) son las más avanzadas en esta deriva, aunque hay también aquí diferencias entre el uso americano y el peninsular. El mayor avance en la deriva se caracteriza por usos que van más allá de los característicos del significado perfecto (resultativo, existencial y continuativo) y responde, a nuestro juicio, a un proceso de subjetivización, en el sentido de Langacker (2000), y a un incremento progresivo en la participación del hablante en la escena evocada (Corneille y Delbecque, 2008); fenómenos presentes, en menor grado, ya en el origen de la construcción perfecta.