La experiencia estética en la época de la estetización difusasu trama temporal, papel ideológico, consumo y percepción

  1. Morabito, Stefano
Dirigida por:
  1. Sixto José Castro Rodríguez Director

Universidad de defensa: Universidad de Valladolid

Fecha de defensa: 02 de diciembre de 2019

Tribunal:
  1. Maria Teresa Viana Lousa Presidente/a
  2. Adrián Pradier Sebastián Secretario
  3. José Gaspar Birlanga Trigueros Vocal
Departamento:
  1. Filosofía (Filosofía, Lógica y Filosofía de la Ciencia,Teoría e Historia de la Educación, Filosofía Moral, Estética y Teoría de las Artes)

Tipo: Tesis

Resumen

La tesis tiene como objetivo sostener es que existe una dimensión estética, uno de cuyos atractivos más relevantes es la peculiar vivencia del tiempo que nos brinda, y que la experiencia que se da en su marco no se produce únicamente en nuestro contacto con el arte, sino que opera en el consumo, el entretenimiento, los juegos y, más en general, puede aparecer en todo contexto de nuestro ámbito vital. La experiencia del arte, por lo tanto, sea en su vertiente de la creación sea en la de la recepción, sería sólo un ámbito o subconjunto de esa dimensión más general, aunque, probablemente, el más prestigioso, el que proporciona en ocasiones experiencias más intensas, y el más rico en posibilidades. La intención de este trabajo es la de argumentar una distinción entre experiencia estética y arte que se apoye en el reconocimiento de que la primera consiste en una específica dimensión atencional, mientras que el segundo ámbito apela a una dimensión especial del hacer humano. Vista así, la experiencia estética puede darse, entonces, tanto en el contacto con los objetos y acontecimientos más comunes como en el trato con los objetos del arte: al enfocarse como un concepto relacional, no deriva de las cualidades ontológicas del objeto que la propicie. Para alcanzar el objetivo propuesto, a lo largo de la investigación, se ha sometido a análisis y crítica la asimilación entre teoría del arte y estética, empezando por reconstruir la trayectoria de la emergencia de lo estético, con el fin de someter a debate su vinculación exclusiva con los dominios del arte elevado. En segundo lugar, se han puesto de relieve, especialmente, los reflejos ideológicos vinculados con el concepto de autonomía del arte y las posibles ambivalencias de este último: por un lado, el refuerzo del poder, gracias al hecho de que facilita consentimiento “espontáneo” de los individuos a leyes universales estructuradoras del todo social que, de otro modo, serían percibidas como demasiado distantes, o bien funciona como “consuelo” espiritual por la creciente mercantilización impulsada por la actividad económica. Por otro lado, ese mismo concepto de autonomía puede derivar hacia una función “contraideológica”, al apelar a un concepto de pleno y autónomo desarrollo de la persona humana, que amenaza con socavar la adhesión al sistema. Además, el proceso de vinculación del arte con funciones ideológicas tiene un paralelo histórico con la formación del concepto de cultura, con el que se entrelaza para dar lugar al milieu propio de la época burguesa. Posteriormente, se ha profundizado en la peculiar experiencia temporal que se vive en la dimensión estética, entendida, ésta, como una peculiar disposición atencional centrada en el índice de satisfacción interno que proporciona. La vivencia temporal que está asociada a este tipo de atención, es uno de los ingredientes del goce que se experimenta. Por lo tanto, este trabajo plantea como necesario tener en cuenta este elemento a la hora de analizar no sólo la experiencia del arte, sino las experiencias de consumo en un mundo crecientemente estetizado, al fin de entender los elementos en que el movimiento económico se apoya para despertar interés y, asimismo, poner de manifiesto las contradicciones que encierra la “promesa estética” formulada por el mundo de los objetos destinados al consumo.