Medida de la viscosidad de biocombustibles a altas presiones
- SOBRINO GARCÍA, Manuel
- ZAMBRANO CARRANZA, Johnny 1
- VILLAMAÑÁN OLFOS, Miguel Ángel
- SEGOVIA PURAS, José Juan
- 1 Escuela Politécnica Nacional, Fac. de Ing. en Geología y Petróleos, Departamento de Petróleos, Ecuador
- Eduardo Montero García (coord.)
Editorial: Servicio de Publicaciones e Imagen Institucional ; Universidad de Burgos
ISBN: 978-84-92681-62-4
Año de publicación: 2013
Páginas: 1129-1136
Congreso: Congreso Nacional de Ingeniería Termodinámica (8. 2013. Burgos)
Tipo: Aportación congreso
Resumen
Las necesidades futuras que se prevén para las sociedades del siglo XXI han provocado que en la actualidad se esté planteando un giro radical en todos los ámbitos del sector energético. Un claro ejemplo es en el sector del automóvil. Por un lado, se está abordando una profunda renovación de los tradicionales motores de combustión interna con el objetivo de optimizar sus prestaciones y adaptarse a las nuevas normativas que limitan de forma estricta las emisiones contaminantes. Por otro lado, se están introduciendo paulatinamente diversas alternativas como la utilización de biocombustibles, el vehículo eléctrico o incluso vehículos que funcionarán con pila de combustible en un futuro próximo. La aportación de los investigadores es fundamental para establecer unos cimientos sólidos sobre los que sustentar este cambio. En lo que respecta a este trabajo, el objetivo es contribuir al establecimiento de dichos cimientos a través de la caracterización de una propiedad termofísica fundamental que rige el comportamiento de los nuevos biocombustibles como es la viscosidad. En el laboratorio de investigación TERMOCAL se han puesto a punto dos técnicas para la medida de la viscosidad de biocombustibles a alta presión: una de hilo vibrante y otra de caída de cuerpo, siendo esta última la que se presenta en esta comunicación. El principio de medida de la viscosidad dinámica está basado en la caída de un cilindro en el interior de un tubo que contiene al líquido, el cilindro móvil cae verticalmente y fuerza al fluido a filtrarse en el espacio comprendido entre él y la pared cilíndrica interna del tubo. El tiempo de caída se determina a partir de la señal de un conjunto de bobinas situadas alrededor del tubo. El equipo mide la viscosidad de líquidos entre 0,1 y 140 MPa, y en un intervalo de temperaturas de -40 a 250 ºC.