La protección del patrimonio cultural en tiempo de guerra

  1. Urueña Alvarez, María Rafaela
Revista:
Cuadernos de estudios empresariales

ISSN: 1131-6985

Año de publicación: 2004

Número: 14

Páginas: 245-260

Tipo: Artículo

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Resumen

El patrimonio cultural es un legado que hemos recibido del pasado y que debemos transmitir a las generaciones futuras, porque es parte integrante de la identidad de cada pueblo. Todos los países, grandes o pequeños, lo poseen ya sea en forma de patrimonio material (monumentos o sitios) o como patrimonio inmaterial o intangible, presente en su cultura, lengua, tradiciones etc. En algunos casos este patrimonio es tan excepcional que llega a tener un valor universal y ha merecido ser declarado por la UNESCO "Patrimonio cultural de la Humanidad", que siempre ha de ser defendido no sólo por su país de origen, sino por toda la comunidad internacional. Esta declaración es un privilegio para un Estado, pero también es una enorme responsabilidad para mantener su conservación, de ahí que a veces la comunidad internacional tenga que apostar por su defensa. Fruto de esta preocupación es la Convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural, de la UNESCO, 16 de noviembre de 1972. Sin embargo, encontramos algunos casos de destrucción intencional de bienes culturales, como los casos de los budas de Bamiyán por parte de los talibán y otras veces son las guerras las que deterioran gravemente estos bienes o los hacen desaparecer. Por ello, a lo largo de la historia y hasta nuestros días se ha ido dando una normativa internacional, destacando en esta ingente labor la actividad de la UNESCO, para actuar tanto en tiempo de guerra como en tiempo de paz. Para el primer caso existe el Convenio de La Haya de 1954 para la protección de bienes culturales en caso de conflicto armado, que da la pauta de actuación en caso de guerras, y para tiempo de paz debe tener prioridad la preocupación de procurar la protección integral del patrimonio cultural. De ahí la importancia actual de las peticiones de retorno de bienes culturales de interés excepcional a sus países de origen hechas por diversos países entre los que destacan Grecia y Turquía, ante el Comité Intergubernamental para fomentar el retorno de bienes culturales a sus países de origen o su restitución en caso de apropiación ilícita. Dos son los Estados que actualmente con más interés están pidiendo este retorno, Grecia que solicita de Gran Bretaña la devolución de los frisos del Partenón, actualmente situados en el Museo Británico y Turquía que pide el retorno de la esfinge de Boguskoy, que se encuentra actualmente en el Museo de Berlín. Esta preocupación por salvar el patrimonio cultural ha ido más allá últimamente, preocupándose la UNESCO incluso del patrimonio cultural subacuático, que yace en el fondo de los mares, y que contiene patrimonio arqueológico, restos de naufragios de interés histórico etc. que hoy puede quedar protegido por el Convenio sobre la protección del patrimonio cultural subacuático, de 2001.