Necesidades humanas y límites ecológicos en la democracia económicauna revisión de la propuesta de David Schweickart

  1. MADORRÁN AYERRA, CARMEN
Dirigida por:
  1. Jorge Riechmann Director/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 04 de septiembre de 2017

Tribunal:
  1. José Luis Velázquez Presidente/a
  2. José Emilio Esteban Enguita Secretario/a
  3. Óscar Carpintero Redondo Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

RESUMEN Para exponer brevemente el contenido de esta investigación, sugiero que prestemos atención a su título. Por descriptivo, es la versión más sintética posible del trabajo que presento: “Necesidades humanas y límites ecológicos en la Democracia Económica. Una revisión de la propuesta de David Schweickart”. Solo con esta información sabemos que las nociones “necesidades humanas” y “límites ecológicos” serán fundamentales a lo largo de la investigación; y también que esta intentará llevar a cabo una revisión de la propuesta teórica de David Schweickart. Por tanto, con leer el título podemos afirmar que este empeño se sitúa dentro de las reflexiones contemporáneas de la ética ecológica y que dicho enfoque se conjuga con el estudio de la propuesta concreta de un autor. Propondré entender las necesidades humanas como una suerte de aproximación indirecta o negativa a la pregunta por la vida buena. Es decir, queda lejos de la intención de este trabajo la pretensión de alcanzar una definición objetiva o universal sobre el contenido sustantivo de la vida buena, de la misma forma que no se trata en estas páginas de indagar sobre algún significado fijo o estable de en qué consista la felicidad. Sin embargo, tal renuncia (amparada en el reconocimiento de la prerrogativa individual para definir su concreción de vida buena o su ideal) no implica, en ningún caso, desinterés por las posibilidades de vivir bien del conjunto de la humanidad. En ese sentido, formularé una propuesta sintética que incluirá diez necesidades humanas fundamentales de carácter universal que contribuyan a definir los elementos imprescindibles para que cada persona pueda satisfacer su plan de vida. Ahora bien, conviene advertir que este planteamiento, si bien otorga validez universal a la decena de necesidades humanas, no desatiende el carácter diverso y culturalmente definido de los múltiples modos de satisfacción de las mismas (ni pretende para las listadas la exclusividad del término “necesidades”). Tras llevar a cabo dicha construcción, veremos cuáles son los límites ecológicos en los que las necesidades humanas podrían satisfacerse. Es decir, se tratará de situar la satisfacción de las necesidades en el contexto de un planeta finito, con recursos limitados, saturado ecológicamente e inmerso en una crisis ecológica de dimensiones globales. Para ello, elaboraré un criterio con dos vértices: un límite social constituido por la decena de necesidades humanas imprescindibles para el bienestar humano; y un límite ambiental que incorpore el conjunto de consideraciones sobre la crisis ecológica, el agotamiento de recursos (en concreto, el posible declive energético ante el agotamiento de los combustibles fósiles) y la saturación ecológica del planeta. Una vez delineados dichos límites, me interesaré por el tipo de responsabilidad existente en relación con la satisfacción de las necesidades humanas de los miembros de la comunidad moral. Para ello será imprescindible delimitar el ámbito de la comunidad moral en la que sugeriré incluir (al menos) a los seres humanos presentes y a los de las generaciones futuras. A partir de ahí, consideraré que la magnificada capacidad de impacto de las acciones humanas de las sociedades industriales sobre las condiciones de vida de los otros humanos (presentes y futuros) conlleva una responsabilidad política y moral insoslayable. A tenor de lo cual, y tras la consideración del reducido impacto de las acciones individuales, defenderé la pertinencia del estudio de vías de carácter estructural que sean capaces de modificaciones de calado en los sistemas de organización humanos. En ese sentido, he decidido abordar las propuestas que describen modelos socioeconómicos concretos y que pueden resultar inspiradoras ante la urgencia de los cambios por realizar para asumir dicha responsabilidad colectiva y evitar las peores consecuencias de la crisis ecológica global. Así, centraré la atención en los modelos que describen alternativas completas al capitalismo, a la luz de la insuficiencia con que tal modelo haría frente a la satisfacción de las necesidades de la humanidad sin extralimitarse ecológicamente. De entre el abanico de posibilidades teóricas existentes, he decantado la balanza a favor de los modelos de socialismo democrático que superan el criterio de deseabilidad, viabilidad y factibilidad. En ese marco, consideraré que aquellos que incluyen en su propuesta mecanismos de mercado serían preferibles a los que no lo hacen. Justificaré la elección de la Democracia Económica en la formulación que de ella ha hecho David Schweickart por ser, a mi entender, el mejor exponente de la corriente de autores que han elaborado modelos de socialismo con mercado. Así, expondré los elementos fundamentales de la Democracia Económica para analizar, con el criterio diseñado en la primera parte, qué mecanismos estructurales de esta podrían contribuir a que se satisficiesen las necesidades humanas presentes dentro de los límites ecológicos (y, por tanto, sin poner en jaque las condiciones para la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras ni de las más empobrecidas de las presentes).