El Camino de la Sal. Permanencia, significación y construcción en el proceso de desarrollo urbano de Bogotá

  1. ORDÓÑEZ ACEVEDO, CAROLINA
Dirigida por:
  1. Eduardo Manuel Cáceres Morales Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

Fecha de defensa: 22 de abril de 2008

Tribunal:
  1. Manuel Martín Hernández Presidente/a
  2. Manuel Bote Delgado Secretario/a
  3. Emma Pérez-Chacón Espino Vocal
  4. José Fariña Tojo Vocal
  5. Manuel Saravia Madrigal Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 254522 DIALNET

Resumen

Durante el siglo XX Bogotá genera y desarrolla una fuerte actividad bajo el abrigo de los Cerros Orientales. A lo largo de un camino, de origen muisca, se conforman nodos de centralidad en los que se fortalecen diversas funciones de carácter: administrativo-institucional, cultural-comercial, educativo, financiero, empresarial y comercial-empresarial. Zonas estas que, sin ser las únicas centralidades de la ciudad, si que tienen la capacidad de competir con otras áreas de concentración que existen en el territorio. Las tensiones que se generan entre varios focos han ido configurando la morfología actual de Bogotá. Una ciudad que ha adquirido forma semicircular en la que el eje de la Séptima actúa como una secante irregular. Este elemento transcurre justo por el pie de monte. Es decir, en el punto de inflexión que hay entre los Cerros Orientales y la gran Sabana de Bogotá; funciona desde el periodo precolombino permitiendo la comunicación Norte-Sur en el territorio. En este espacio se desarrolló un recorrido con formas diversas que ha tenido gran importancia en la conformación del lugar. Esta senda fue un camino muisca o zuna sobre el que se superpuso el trazado ortogonal colonial de manzanas cerradas y calles corredor. Época donde la parte del recorrido urbana adquiere el nombre de Camino Real y su parte norte es denominada Camino de la Sal. Durante el segundo cuarto del siglo XX, estos caminos se convierten en uno de los elementos singulares que modifica la trama de la ciudad compacta hasta convertirla en un centro consolidado y una periferia residencial desarrollada en las inmediaciones de las principales vías interurbanas. Época en la que su forma de distribución no se remite al punto sino a la línea. A principios del siglo XXI este elemento actúa como un eje que entrelaza nodos de centralidad, característica que nuevamente modifica la lectura del territorio. La Bogotá contemporánea está compuesta por fragmentos singulares desarrollados en torno a diferentes tipos de focos que producen cambios en la estructura, la forma y la función del territorio.