La estela de Gaspar Becerra en la antigua diócesis de Astorgael escultor Gregorio Español

  1. Fernández Mateos, Rubén
Dirigida por:
  1. Luis Vasallo Toranzo Director

Universidad de defensa: Universidad de Valladolid

Fecha de defensa: 06 de mayo de 2022

Tribunal:
  1. María José Redondo Cantera Presidenta
  2. Aurelio Barrón García Secretario/a
  3. José Javier Vélez Chaurri Vocal
Departamento:
  1. Historia del Arte

Tipo: Tesis

Resumen

Esta tesis doctoral estudia la influencia que ejerció Gaspar Becerra (1520-1568) en la escultura de la antigua diócesis de Astorga, centrando el estudio en la figura del escultor Gregorio Español (1554-1631). A través del retablo de la catedral astorgana (1558-1562), los maestros del obispado van a seguir el estilo y los modelos que el maestro jienense codificó en esa gran máquina, desarrollando un lenguaje que perdurará hasta bien entrado el siglo XVII. Entre la marcha de Becerra en 1562, llamado por el rey Felipe II para trabajar en los Sitios Reales, y la llegada de un joven Gregorio Español a Astorga en 1570, todavía en formación, se desarrollaron las primeras experiencias de lo que se ha denominado escultura romanista, con obras de dos oficiales del artista andaluz en el retablo, los riojanos Pedro de Arbulo y Juan Fernández de Vallejo, y la obra de un modesto entallador en Otero de Sanabria (Zamora), llamado Toribio de Liébana, en el que intervino el escultor juniano afincado en Zamora Juan de Barahona, que va a copiar los modelos becerrescos en esta fecha tan temprana. Al mismo tiempo que se está ejecutando el retablo de Otero regresa de Madrid Bartolomé Hernández, una vez fallecido su maestro Becerra, comenzando a realizar obras en las que mezcla la influencia del retablo de la catedral de Astorga con el de las Descalzas de Madrid, como los retablos de Luyego de Somoza (León) (1570-1576) y el de Fuente Encalada (Zamora) (década de 1570). Será en este último donde se perciba ya la mano de Gregorio Español. Centrando el estudio en Gregorio Español, se ha realizado una biografía, analizando su posible origen en la villa de Cisneros (Palencia) o en algún lugar de la diócesis de León, y los componentes de su familia. También se estudian las relaciones profesionales con otros artistas del entorno, su estilo, en el que además de la influencia de Becerra, se aprecia una impronta juniana y del grupo escultórico del Laocoonte, el taller, compuesto por una serie de aprendices y oficiales documentados (Pedro de la Riega, Juan Fernández, Diego de Gamboa, García de Quintana, Lupercio de Jetino...), la clientela y la etapas artísticas. Debido a su amplia actividad escultórica, su producción se ha dividido en seis etapas, para comprender mejor su trayectoria, desde su formación hasta su ocaso y muerte. En cada etapa se han desarrollado diferentes estudios de retablos e imágenes de la diócesis de Astorga y de Santiago de Compostela, ciudad esta última a la que acudió tres veces a ejecutar trabajos, fundamentalmente en la catedral. Además, se pueden ver las relaciones que tuvo con otros maestros coetáneos, como los entalladores Bartolomé Hernández, Alonso Gutiérrez y Pedro de Villaba, para los que trabajó como oficial, o encargos particulares, como la ampliación de talla del sagrario del retablo de Astorga con el pintor Gaspar de Palencia, o con el ensamblador Juan Dávila en la sillería de coro de la catedral de Santiago.