Actividad física de las personas con demencia y de sus cuidadores familiares en atención primaria. Afisdemyf

Resumen

Las demencias y las enfermedades cardiovasculares son dos de los principales problemas de salud. En el caso de los varones, la cardiopatía isquémica es la causa más importante de pérdida de años de vida ajustados por discapacidad en España, mientras que en las mujeres la primera causa es la demencia. El envejecimiento de la población ha resultado en un incremento de las enfermedades crónicas y la discapacidad, lo que a su vez ha generado una creciente responsabilidad en el cuidado de las personas dependientes por parte de los familiares, particularmente entre las mujeres. En este contexto, resulta esencial incorporar una perspectiva de género en los contenidos de la investigación sobre estas enfermedades. Por tanto, es importante identificar estrategias de apoyo tanto para las personas con demencia (PCD) como para sus cuidadores familiares (CF). La asociación entre el cuidado informal de las PCD y el deterioro de la salud física y psicológica de sus CF ha sido ampliamente defendida por numerosos autores. Teniendo en cuenta el impacto tanto físico como psicológico que supone prestar cuidados, es importante reconocer que la mayoría de los CF corren el riesgo de padecer enfermedades crónicas, especialmente si estas condiciones aún no están ya presentes. Más de dos tercios de las personas que sufren enfermedad de Alzheimer permanecen en el domicilio, por lo que la enfermedad tiene una repercusión significativa en sus familias, pues disminuye la independencia de las PCD en las actividades básicas de la vida diaria, y la calidad de vida de las PCD y del CF también se deteriora. Los cuidadores informales de personas con demencia asumen un papel fundamental en la provisión de cuidado: controlan los síntomas que puedan aparecer, les brindan apoyo emocional y financiero y controlan los efectos de las estrategias de manejo de la atención. Por otro lado, el valor económico que el cuidado conlleva y la cantidad de tiempo dedicado a proporcionar cuidado informal son particularmente altos, dado que el 50-70% de los costes de cuidado de la demencia están cubiertos por las familias. Como resultado, los cuidadores también presentan un estrés considerable y tienen pocos apoyos sistematizados que les ayuden a satisfacer sus necesidades individuales y aliviar la carga. Por tanto, no es sorprendente que los cuidadores de personas con demencia presenten mayor comorbilidad y mayores tasas de mortalidad, aislamiento social y pérdida financiera. El estrés crónico que se produce por brindar atención a un familiar se ha asociado con un mayor riesgo de contraer enfermedades, particularmente enfermedad cardiovascular. En comparación con las personas que no brindan cuidados, se ha visto que los cuidadores de PCD tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión arterial e insuficiencia cardíaca y en general presentan elevado riesgo de contraer patología cardiovascular. Dada la naturaleza progresiva e irreversible de la EA y los beneficios limitados que brinda la farmacoterapia, cobra mayor interés la provisión de tratamiento no farmacológico, que puede ser útil en el tratamiento global a largo plazo de la enfermedad, siendo la actividad física (AF) uno de los mejores enfoques para mejorar la salud física y mental. Sin embargo, hemos encontrado pocas intervenciones que evalúen los efectos de la AF para PCD y CF.