La frontera diluida. Arquitecturas efímeras en el cine. De Europa a Hollywood
- Molina Siles, Pedro
- Ana Torres Barchino Director/a
- Ángela García Codoñer Director/a
Universidad de defensa: Universitat Politècnica de València
Fecha de defensa: 24 de noviembre de 2014
- José Antonio Franco Taboada Presidente/a
- Pablo José Navarro Esteve Secretario/a
- Carlos Montes Serrano Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El cine aparece desde el preciso momento en que se confiere movimiento real a la imagen. Y no lo hace solo, sino acompañado de un arte ya consolidado como la arquitectura. Un encuentro reciente que ha permitido que ambas disciplinas vayan cogidas de la mano, nutriéndose la una a la otra. Con la aparición de los primeros decorados tridimensionales, la arquitectura empieza a dominar el plano fílmico y permite la conquista del espacio cinematográfico; su construcción y su desplazamiento hacia la cámara, a la vez que aumentaba la sensación de profundidad y de realidad. Una realidad ficticia que se configura a través de este espacio cinematográfico y de una serie de elementos que lo constituyen tras ser estos filmados: el paisaje, la escenografía y la arquitectura. La proyección en la pantalla de este espacio, junto a cada uno de estos elementos, genera una realidad cinematográfica breve, fugaz, efímera, como lo son cada uno de sus elementos cuando se imprimen en la pantalla. Son los adjetivos ¿breve, fugaz, efímera¿ con los que se tienden a definir a la arquitectura que se construye para el cine, los decorados arquitectónicos. No obstante, no siempre es así. Lo temporal puede estar asociado, en ocasiones, a la permanencia, a lo estable, a la transformación. Entre los primeros años de la década de los diez y los últimos años de la década de los cuarenta del siglo XX, en Europa se construyeron auténticos decorados arquitectónicos efímeros; tras terminar la filmación nunca más se volvieron a utilizar. Eran demasiado exclusivos, provocaban un gran efecto, bien por la fuerza visual que emanaban, bien porque fueron pasto de los movimientos artísticos del momento. En cambio, la industria norteamericana de Hollywood eran partidaria de volver a utilizar, tras el rodaje, los decorados que construían. Buscaban la durabilidad, no el efecto. La frontera diluida, en primer lugar, estudia y valora cada uno de los elementos que configuran la realidad cinematográfica: espacio, paisaje, escenografía y arquitectura. Seguidamente, desarrolla el concepto efímero en un sentido más amplio, abarcando un significado más panorámico si cabe. Y lo hace con la identificación y estudio, en el marco histórico y geográfico establecido, de los decorados arquitectónicos del cine más relevantes que se construyeron bajo un marcado carácter efímero basado en el tiempo, y aquellos otros que, a pesar de construirse bajo esa idea inicial, permanecieron estables como si fueran auténticas arquitecturas