El remate como fórmula habitual del diseño arquitectónicoun estudio del entablamento clásico

Resumen

Siguiendo las teorias de E.H. Gombrich en cuanto a la formación de hábitos en el espectador, el estudio de la historia de la arquitectura se puede realizar atendiendo a la reiteración de ciertas formas que se vuelven fórmulas. El estudio de una de estas fórmulas, el remate, ejemplifica el hábito hacia ciertas configuraciones. Las terminaciones articulan la forma arquitectónica al relacionar sujeto y objeto ya que entendemos la idea de terminación desde nuestra propia corporalidad. Dentro de los diferentes tipos de remates, el que describe una superficie de manera horizontal e ininterrumpida presenta una tendencia a hacerlo como tapa, friso o cornisa. Estos efectos aparecen en la composición clásica: en el ábaco de un capitel (tapa), un astrágalo (friso) o en la cornisa clásica (cornisa). En el entablamento claico, las molduras expresan a una escala lo que el entablamento manifiesta a otra. Al trazar el perfil de la moldura como del entablamento, frecuentemente existe un alejamiento de los modos tradicionales de componer. El alejamiento consciente de las maneras convencionales de organizar las formas constituye una práctica común de quien domina la regla. La infracción como accidente por el dominio deficiente y/o por la falta de destreza deja en evidencia la manera en que opera nuestra memoria y la manera en que se van formando los hábitos. Los hábitos de remate vistos en el empleo del entablamento pueden entenderse atendiendo a las deformaciones que se producen al dibujarlo, ya que el dibujo pone de manifiesto los hábitos más fuertes que operan al momento de diseñar. La deformación tiende a exagerar los rasgos que recordamos. Al producirse la deformación en el entablamento se pueden identificar unas pautas, los anteriormente citados efectos tapa, friso y cornisa. Estos efectos al aparecer de manera exagerada, ponen de manifiesto como opera la formación de hábitos, evidente en imágenes arquitectónicas de